Quizá hoy te has levantado y desde primera hora de la mañana tienes la sensación de que el día no va a ir del todo bien… ¡ERROR! No puedes caer en un bucle de negatividad cuando el día apenas acaba de empezar. Creerás que pensar cosas positivas o el levantarte, y antes de poner un pie en la realidad, decir “Hoy voy a tener un buen día’’, puede llegar a ser una tontería, pero te aseguro que no lo es. No subestimes el poder del lenguaje positivo . Te informamos un poco de qué es y las claves para ponerlo en práctica o fomentarlo.

 

Queramos o no, la mayor parte del tiempo tendemos a hacer comentarios negativos, nos quejamos, criticamos… Piénsalo, “¡qué frío hace!”, “¡qué cansada estoy!”, “no me apetece…”. Así centramos nuestra energía y pensamiento en las cosas negativas de nuestro día a día, y acostumbramos al cerebro a fijarse siempre antes en lo malo en detrimento de lo bueno. Nuestro lenguaje tiene un gran poder, que es influir en nuestra actitud. Utilizar un lenguaje positivo, lo hará de forma inversa, veremos las cosas mejor, más optimistas y será eso lo que transmitamos a la gente que nos rodea. Y te preguntarás ¿cómo se hace?

 

El poder del lenguaje positivo en práctica

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  • Educa tu lenguaje. Todo tiene dos versiones o dos formas de decirse, al menos, intenta transmitir siempre con un trasfondo positivo. Responde con un agradecimiento por el esfuerzo aunque no haya resultado como esperábamos, o “no te preocupes que la próxima vez seguro que sale perfecto”… Piensa en el cambio de impresión que causará en la otra persona hablarle así, en lugar de “todo está mal hecho”, “esto no era lo que yo quería”.

 

  • Controla el estado de ánimo. Está comprobado que hay ciertas palabras que se denominan motivadoras y tienen el poder de modificar nuestro estado de ánimo: placer, agradable, descubrir, bueno, gracias, feliz, sonrisa… Repítelas en voz alta y nota cómo algo cambia. Recuerda, no lo mires como algo en vano, el hábito es lo que hará que esta práctica comience a funcionar.

 

  • No a los juicios negativos y personales. “Lento”, “vago”, “torpe”… No etiquetes a las personas por momentos puntuales. Todos somos humanos y tenemos derecho a equivocarnos o a flaquear en momentos determinados. La confianza en uno mismo tiene un potencial increíble en el estado de ánimo, si comenzamos a minar nuestra propia confianza o la de los demás, empezaremos a derruir las bases de las columnas que sostienen nuestra positividad.

  • Implícate emocionalmente. Directamente relacionada con evitar los juicios personales. Aprende a empatizar, no sólo tenemos que tener en cuenta cómo nos sentimos nosotros mismos ante la sociedad, sino también cómo se sienten los demás ante nosotros para poder comprender sus comportamientos. Con las palabras causamos muchas emociones, podemos hacer: llorar, reír, reflexionar, desesperar, sufrir, animar… Elige la opción correcta y ayuda a ser mejor persona.

 

Ser optimista es un camino en la vida

 

No es fácil, y lleva su tiempo. Al principio necesitaras concentración, pero poco a poco, el lenguaje positivo formará parte de tu vida, incluso de tu mundo laboral. En la atención al cliente, relación con tus compañeros y jefes será todo un valor. Porque todos nos merecemos la oportunidad de tener un buen día (a ser posible repetidas veces), aunque no hayas comenzado con buen pie. Regodearte en la negatividad solo atraerá el mismo factor una y otra vez. Certifica apuesta por este modelo de vida y comportamiento. Porque de verdad creemos que en nuestra academia, a través de una actitud positiva, fomentamos y mejoramos nuestra calidad de vida y la de vosotros, nuestros alumnos. Te animamos a crecer con nosotros, tanto profesional como personalmente. Si formas parte de nuestra familia te felicitamos, estás haciendo un gran trabajo ¡Sigue así!

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